domingo, septiembre 07, 2008

AnACAONA- TOMADO DE wIKIPEDIA

Tomada y traducida de Wikipedia expanding it.

sábado, septiembre 06, 2008

SAPOS


Sapos
por Sonia M. Rosa-Vélez

Sapos verdes,
Sapos amarillos,
Sapos pequeños, medianos y gorditos,
Cantando en serenata un lelolai,
Con eco de pantanos, montañas, y de ríos.
Sapos multicolores,
Sentados entre flores,
Pidiendo ayuda, pidiendo auxilio.

viernes, septiembre 05, 2008

iGUANAS


Iguanas
por Sonia M. Rosa-Vélez

Extraño a las iguanas, las de un color
impredecible, curvilíneas,
las que van por la casa a visitar con prisa.
Aquellas que mi perro odia con saña:
gorditas,
panzonas
y veloces.
Que me miran como quien bien me conoce.
Las extraño, en este lugar sin iguanas,
sin sorpresas
ni bullicio de hojas secas
de caminar verde de iguanas,
las extraño en este lugar
gris donde nadie al salir me reconoce.

BEHIQUE

GUANIN DE AMOR

MANICATO

MIS CEMIES

LLEGARON, LLEGARON LOS BLANCOS VESTIDOS DE ENFERMEDAD

MI MADRE ATABEY

DEMINAN CARACARACOL

DE MUDANZA

HURACAN

YUISA, YUISA

MIS AMIGAS LAS CIGUAPAS

YAYA Y YAYAEL

Anacaona y los dientes de oro

Los cuentos y leyendas de mi alma taina

miércoles, septiembre 03, 2008

Vino la muerte

Vino la muerte a visitarme un dia y me beso con sus besados filamwntos.
No l0 podia creer , no wea mi timpo,me robo el habla y me hizo olvidar el tiempo

sábado, agosto 16, 2008

¿Cómo estás?

Es cierto, que quieres saber como estoy,
de veras saber lo que siento.
solo toca mi mano y una ventana, a mi alma se abrirá.
No te asombres cuando veas,mis monstruos, mis criaturas y mis ángeles robustos, con alas de arcoiris, levantando sus pesas y con sendas espadas listos a hacer guerra por mi, o ya activos en la guerra diatia, donde no estás tú. que cómo estoy. EStoy en la guerra.

domingo, agosto 10, 2008

Este juego de ajedrez

Por Sonia M . Rosa


Este juego de ajedrez
No me deja dormir,
No me deja pensar,
En nada más que en piezas,
Piezas calladas, piezas tan tiesas,
Que así se burlan de mi,
Y te mueves entre ellas
Y adivino lo que piensas
Y bloqueo
Cada movimiento
Con una pieza y
quiero saber donde pisan tus pies
donde tocan tus manos
a quien das tus veranos
con quien juegas las piezas que
hoy juegas conmigo.
A quien le has ganado
Y como la perdedora
te ha pagado.

Limpia

Limpia



Sin permitir que otros se acerquen...
Sin tocar ni ser tocada,
Con silencios que me hablan
Y noches sudorosas que me queman.
Salgo a buscar el agua que me lave,
Y me quite mi olor y mi presencia.
Y me disfrazo de esta y aquella mujer,
Soy Elizabeth Taylor hoy,
Mañana Estée Lauder.
¡Es que mi cultura me lo impone,
no puedo oler a tierra
ni tampoco a pasiones!
Debo de oler genérica,
Igual que los demás,
Sin permitir que otros
se acerquen
saldré a exorcizar mi cuerpo de mi misma,
a convertirme en otra,
aséptica y social,
para ya no ser yo y ser solo una más.

Arrogante

Arrogante




No he visto arrogancia bien desarrollada.
La arrogancia tuya está bien planeada.
La llevas en ti, es color y olor.
Sabes lo que sabes y nunca te haz visto claro en un espejo, ni nadie te ha dicho que esa arrogancia no te sienta bien, que apesta que hiede
a muerte violenta de esas en un bar.
Tu arrogancia acaba con tu dignidad.

mis dos lectores

Solo tengo una unica lectora que con devocion A DIARIO me lee y solo este unico lector de la tercera edad que me comprende.

viernes, agosto 08, 2008

Pedir para recibir nada

por Sonia M. Rosa-VéLEZ


Le he pedido a varias personas que me pasen la mano.

Les digo el lugar del alma que me duele y salen huyendo como si hubieran visto al mismo diablo.

Y se que no sabré de ellos en días, semanAS , meses...quizás años.

Y quizás mi buena amiga me llame a venderme su teoría del Dios que no prometió nada y que a palos te vuelve en una pulpa deprimida de obediencia, en un puré de mango propiamente aplastado.

Pedrir no es mi fuerte, y cuando pido recibo nada de nada.

VOYERISMO.

En el Distrito de Colombia que es como decir vivir en el bario Rocha,
en el residencial LLoréns Torres,
en la Perla de la NacióN.
un Domingo en ADAMS mORGAN, O MEJOR EN mADAMS oRGAN.
tODOS congregados a veR a los otros, que prueban la sangría tropical que los espera.
y conducen a Georgetown a ver las embajadas, gigantes y bien atrincheradas, rodeadas de cámAras, micrófonos y flores en el Distriro de ColOMBIA QUE DE LEJOS ME RECUERDA AL DISTRIRO DE cAGUAS, AL DISTRIO DE RIO PIEDRAS, AL HISTORICO DISTRITO VIEJO SANJUANENSE DONDE TODOS SE PASAN EL DOMINGO MIRANDO A LOS OTROS.

sábado, agosto 02, 2008

Yada, yada, yada ,bla, bla,bla

por Sonia M.Rosa-Vélez

Hoy solo lo que tengo que decirle al mundo es
yada, yada, yada, bla, bla,bla.

Camino al horizonte

Camino al horizonte

por Sonia M. Rosa-Vélez

Sacaré punta a mis lápices,
costumbre del siglo 20 que no mueren fácil.
Le sacaré brillos a mis zapatos de charol negro.
De aquellos que fueron los primeros que compré con mi dinero, y luego me voy a vestir de negro, como siempre con los labios pintados de rojo y mi bulto cargado de libretas amarillas con poemas minimalistas gabarrabateados y diez libros que llevo leyendo hace muchos ratos y me dispondré a caminar vestida de mi misma, con fragancia a Ciara, con mis pasos siempre cansados, siempre callados, mientras recuerdo lo que nnca he olvidado y desvivo lo que me había dañado, y re-escribo lo que siempre he soñado, cantando suavecita una Nana que yo siempre me he cantado.

viernes, agosto 01, 2008

Coro topical

Sonia M.Rosa-Vélez

Dime cordillera,
canto'ra ¿cuándo será eldía en que cantes para mi por 24 horas?
Con tú coro de coquíes asíncopados unidos a los grillos bien ensayados y que no falten los tríos de sapos conchos unidos con las las calandrias, reinitas y carpinteros que me pedirán que me quede allá en la aldea, rodeada de gente sana de gente buena. Y el grito del guaraguao me dirá amiga vuelve, aquí un espacio que es tuyo, en el coro tropical.

El Castigo

El Castigo

POr Sonia M. Rosa-Vélez


Llamadas vacías que nadie contesta, silencios preñados que escriben novelas,
de enojos frustrados, de rabias malditas, lo que no se dijo pero bien se implica, con el calculado silencio que te intenta castigar por aquellos pecados que no quiere mencionar. Y te espurgas los rincones de tú alma, averiguando cual fue tú falla, cual fue tu falta, pero el monje atado a sus votos de siencio, con su capucha de superioridad, administra el castigo, camina jorobado mirando al horizonte, y nunca te volverá a hablar, tú castigo es su silencio eterno.

lunes, julio 28, 2008

CAMINO EN TUS ZAPATOS...

lunes 28 de julio de 2008
Camino en tus zapatos
por Sonia M. Rosa-Vélez

Camino con tus zapatos que son dos tallas muy pequeños.
Me visto con tú vestido que es talla cero.
El g-string ni lo menciones, es algo totalmente ajeno,
extensiones de cabello,
pestañas postizas,
La manicura y la la pedicura francesa.
La cartera de marca,
el carro nuevo,el vestido de boutique.
He tratado de vestirme de ti,
Caminar en tú vestido,
vestirme de tú disfrás pero soy mujer de sandalias,
zapatos deportivos,
ropa sin marcas, uñas mordisqueadas, carro viejo,
y ropa interior blanca...

sábado, julio 26, 2008

No me digas que si, si no lo sientes.
No me digas que si, si no lo entiendes.

viernes, julio 25, 2008

Somos cafres y a mucha honra

Por Sonia M. Rosa-Vélez

Es con demasiada frecuencia que utilizamos palabras sin conocer su historia y su verdadero significado. Hoy llegó a mi buzón de correo electrónico un mensaje titulado Reglas para eliminar las cafrerías, instando a todos los boricuas a no ser cafres y a no utilizar cafrerías del lenguaje y la moda. Recordé el significado de la palabra pero tuve, más bien por hábito, que verificar en el Diccionario en línea de la Real Academia Española (www.rae.es), y allí estaba:
cafre.
(Del port. cáfer[e], y este del ár. clás. kāfir, pagano).
1. adj. Habitante de la antigua colonia inglesa de Cafrería, en Sudáfrica. U. t. c. s.
2. adj. Bárbaro y cruel. U. m. c. s.
3. adj. Zafio y rústico. U. m. c. s.
Cuando optamos por llamar a una persona “cafre” el menor insulto que le estamos llamando es rústico. Sin embargo el insulto del que viene cargada la palabra es uno de connotación racial de clasismo y racismo. Cuando le llamamos a otra persona cafre, le estamos diciendo salvaje, pagano, cruel, bárbaro y sobre todo le estamos llamando negro . Asumiendo que el color de su piel lo convierte en un humano inferior. Un cafre era un habitante de las tribus del Sur del África, conocida como la Cafrería. Por supuesto, los pobres cafres no dominaban el idioma español porque los habían secuestrado, utilizando todo tipo de crueldad y violencia para esclavizarlos. Cuando alguien lo llama a usted cafre le están diciendo entre otras cosas: negro, esclavo, ignorante, animal de carga, bestia, rústico y salvaje del sur, sureste del África y la persona que lanza el insulto se está ubicando en un pedestal de superioridad porque no es negro, es educado, refinado, habla y escribe bien el español es culto y el color de su piel es varios tonos más claro que la suya.
Es por eso que quiero gritar a voz en cuello que quiero ser cafre y si no lo soy quiero averiguar con detalles de que lugar específico de África son mis ancestros. Deseo con sinceridad que sean de la región de Cafrería para decirle a mis hijos y a mis nietos: -“Lleven su frente en alto. Nosotros somos cafres y a mucha honra.”

jueves, julio 24, 2008

Leyendas Urbanas

por Sonia M.Rosa-Vélez

Las denominados como leyendas urbanas porque ya no hay ruralía en Puerto Rico pero en algún momendo de su vida fueron leyenas rurales, leyendas de agua, leyendas taínas.
Dicen los que en verdad saben y de esos quedan muy pocos y comprometidos que las hermosas ciguapas vivían en los ríos de la isla. No vivín en cualquier río tenían que ser ríos con cascadas, con caídas de agua, impresionantes y ruidosas, detrás de las cuales se escondín para queno vieran sus pies invertidos y nadie escuchara los gritos de los hombres que ellas devoraban.

miércoles, julio 23, 2008

Un fuego

Por Sonia M. Rosa-Vélez

Déjate mirarte lentamente, detalle a detalle,
mientras un fuego se enciende entre tus ojos y los mios tan distintos,
entre tus labios y los mios que no saben,
el sabor de las bocas mentirosas,
el sabor de las bocas que se miran y no se tocan.
Permíteme mirarte lentamente,
no quiero que se apague este fuego, que hoy entre nosotros chispa a chispa se enciende.

lunes, julio 21, 2008

2012

Por Sonia M. Rosa-Vélez


Está escrito en piedra,
en un calendario de los sabios Mayas,
sanguinarios Mayas,
Que nos avisaron que ya el fin se acerca,
y nadie comprende que es el fin del fin,
el alineamiento, saldrán de las cuevas los gemelos cósmicos, dioses de Xibalba,se acabarán, los días, los meses, minutos y años y ya no escribirán otro calendario, en los escalones de los edificios ocultos en selvas, llenos de serpientes, reales y de sombras, creadas por planetas.
Está escrito en piedra, por nuestros ancestros,
mira el calendario y cuenta los días qu e ya nos acercan a el fin del fin, el fin de la Tierra.

Agua de beber

POr SoniaM.Rosa-Vélez


Agua de beber,
agua de tomar,
un veneno claro, que todos a diario, debemos tomar.

Versos rechazados

Por Sonia M.Rosa-Vélez

Perdones nuevos, cursis y rosados,
que maullan canciones de amores como hacen los gatos
En madrugadas calurosas y cansadas,
de las vocas de bardos que maullan solo excusas de infidelidades mal pensadas,
de palabras que nunca volverán, ni serán olvidadas,
de amores, cansados, no correspondidos, de versos recitados al vacío, al olvido.

lunes, julio 14, 2008

Curutá, Curutá

por Sonia M.Rosa-Vélez

En cada oportunidad que podía escapar de la lista de tareas que mi madre me tenía, el camino seguro era la senda a la charquita de Don Babilonia. Un hombre bueno y alto que también ayudaba al borracho del barrio, Curutá, que vivía en aquellas inmediaciones idílicas como una fiera salvaje.

Curutá era un hombre bajito, viejo, curtido y apestoso, vestido de ropa que en algún momento habia sido blanca y ahora era marrón , rojiza, sucia. Cuando tenía hambre se asomaba al portón de mi casa y le pedía comida a mi madre. Mi madre para algunas cosas tenía un corazón de piedra pero si el asunto era comida o hambre ella dejaba de hacer lo que estaba haciendo y le cocinaba algo al vagabundo. Esta vez muy seria le ordenó que se sentara en las escaleras de la cocina mientras ella le hablaba como si el fuera un ciudadano ejemplar. Don Curutá- le puedo hacer una harina de maíz y darle una lata de café con leche. Curutá dijo que si entre dientes, mientras ella trajinaba en la cocina sin miedo de aquel hombre detestable. Todas nosotras estábamos escondidas en nuestros cuartos porque nosotras si le teníamos a el Curutá.

Lo veíamos bajar la cuesta de la casa de mi padrino y comenzábamos a cantar:
-Curutá, Curutá, y el contestaba en medio de su borrachera:
-Y que bueno que está.
-Curutá, Curutá
-Y que bueno que está, mientras bailaba como el mejor bailaor para el público infantil que lo vitoreaba. El único problema era que cuando no estaba borracho era una fiera y perseguía a los niños que le cantaban la canción del Curutá.


La casa se lleno a olor a canela, coco, maíz, café y azúcar morena. El pobre hombre se quemaba casi tragándose el banquete que mi madre le había servido. Una lata grande de café con leche de vaca humeante y dulcecita. Un platón de harina de maíz con coco y una docena de galletas Sultana con mantequilla.

Luego que terminó ella echó todos los intensilios que él utilizó en una olla de agua hirviendo con Clorox.

Ella parecía un perro guardián frente a la puerta de la cocina. Yo estaba pegada de su falda cuando la escuché decir. “-Si algún día se quiere bañar venga por la mañana cuando las nenas estén en la escuela y mi esposo esté en el trabajo. Yo le puedo regalar alguna ropa de mi esposo. No me gusta verlo en harapos”.

El hombre bajó la cabeza sintiendo el dolor de mi madre. Ella muy bajito le dijo: -“La bendición” y el dijo entre dientes: -“Dios y la Virgen Santísima me la bendigan mi’ja”.

Mariachis

Por Sonia M.Rosa-Vélez

Canciones de Mariachis olvidados,
que solo se cantan tarde en balcones muy lejanos.
Con historias de amores que ya no existen,
Cuentan la historia de un romanticismo triste,
Llevan mensajes que viajan por las ondas sonoras, a paso lento, en estos días de mensajes instantáneos,
De mensajes de texto abreviados.

viernes, julio 11, 2008

Alguien vive al final de la calle

Por Sonia M. Rosa-Vélez


Alguien vive al final de la calle,
su corazón es tuyo y ni lo sabes, mientras lloras, esas lágrimas eternas
él está en su casa y te espera, con amores nuevos regalados,
con besos que ninguna otra a estrenado, Con canciones que el ha escrito para ti y son nuevas, y tú aquí llorando por un muerto, desamores que debes abandonar en un desierto.
Alguien espera por ti al final de la calle,
su corazón te espera y ni lo sabes.

jueves, julio 10, 2008

No tuvo niñéz

por Sonia M. Rosa-Vélez

La muerte

Llegué al hospital junto con mi madre. Ella se quedó calmada, creo que para no asustarme. Inmediatamente le cerró los ojos y comenzó un rezo candencioso. Mi padre, había muerto.

El hijo de la hechicera

Le pedí trabajo. El sabía que mi padre había muerto y que yo era el mayor. Me miró a los ojos con odio. No entendía porque él me odiaba hasta que gritó:
-Regresa a la cueva de donde saliste. Yo nunca le daré trabajo al hijo de la hechicera.

El día que aprendí a guiar


Mi padrino, me recogió bajo su ala en la tienda de la Central. Despachaba rápido y con una sonrisa todo lo que me pedían. Un día un hombre me tiró unas llaves. Me cogió de sorpresa. El mio es el 123, estaciónalo al lado del hotel. Así aprendí a guiar camiones de caña.

La escuela


La maestra era loca conmigo, le encantaba que yo escribía bonito y que me gustaban las matemáticas. Todavía recuerdo cuando llegaba montada a caballo a la escuela. La Misis Irene Rivera.

Béisbol


El año pasado fui a visitar a mi hija. Mi nieto es pelotero, como yo, ese brazo de lanzador lo sacó de mi lado de la familia. Como aquellos días en los que practicábamos detrás de la Central. Todos éramos iguales, excepto Héctor que tenía polio. Practicamos y practicamos hasta que conseguimos salir a competir con un equipo de Aguadilla. Llegué con una alegría inmensa a decirle a la vieja, mi querida Lola que necesitaba que me comprara el uniforme. Ella no levantó la vista de las barajas que lanzaba con agilidad sobre la mesa y me dijo: No tenemos dinero para uniforme. Hasta ahí llegó mi carrera de pelotero.

Manta Roja

Manta Roja:
¿Qué hubiera pasado si Caperucita Roja hubiese sido una india taína?

Por Sonia M. Rosa- Vélez


Había una vez una niña taína muy bonita. Su madre le había tejido una hermosa manta roja y la niña taína la llevaba tan a menudo que la gente comenzó a llamarla Manta Roja.

Un día su madre le pidió que le llevara una canasta llena de yucas, batatas, piñas y ajíes a la abuela que vivía en otra aldea al cruzar el río. Su madre le pidió que hiciera su caminata por el borde del río y que en la parte menos profunda del río cruzara. También le recordó acerca de la malvada jutía que vivía por aquellos lugares y que se rumoraba era tan y tan despreciable que había intentado comerse a los niños de la otra aldea.

Manta Roja recogió la cesta con las yucas y las otra delicias y se puso en camino. La niña tenía que caminar por el río para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: el guaraguao y los zun-zunitos.

Como estaba distraída luego de que sus amigos se marcharon volando de repente vio a la jutía, que era enorme, delante de ella.

- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó la jutía con su voz ronca.

- A casa de mi abuelita- le dijo Manta Roja, desobedeciendo los consejos de su madre que siempre le había advertido que no hablara con animales extraños.

- No está lejos- pensó la jutía peluda y apestosa para sí, dándose media vuelta y caminando desenfadada.

Manta Roja puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - La jutía se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de las yucas.

Mientras tanto, la jutía que era muy astuta se fue a casa de la abuelita, llamó suavemente a la entrada del bohío y la anciana le abrió pensando que era Manta Roja. Un guerrero que pasaba por allí había observado la llegada de la infame jutía.

La jutía devoró a la abuelita y se puso el collar de camándulas de la desdichada, se metió en la hamaca, se arropó con una manta negra y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Manta Roja llegó enseguida, toda contenta.

La niña se acercó a la hamaca y a pesar de la oscuridad del bohío vio que su abuela estaba muy cambiada.

- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más chiquitos y brillosos tienes!

- Son para verte mejor- dijo la jutía tratando de imitar la voz de la abuela.

- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más chiquitas y peludas tienes!

- Son para oírte mejor- siguió diciendo la jutía.

-Abuelita que naríz tan grande y negra tienes.

_ Es para olerte mejor- susurró la jutía.

- Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes y afilados tienes!

- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, la jutía malvada que nunca saciaba su hambre se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita.

Mientras tanto, el guerrero se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones de la jutía, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en el bohío de la abuelita. Pidió ayuda a un naboria y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y a la jutía tumbada en la hamaca, dormida de tan harta que estaba.

El guerrero sacó su macana y comenzó a darle golpes al vientre de la jutía. La jutía despertó sorprendida y adolorida. Entonces el naboria le abrió el estómago con su hacha. La Abuelita y Manta Roja estaban allí, ¡vivas!.

Para castigar a la malvada jutía, el guerrero la arrastró hasta donde estaba el behique de la aldea que después de llenarle el vientre de piedras y cerrarlo, le lanzó un hechizo. Cuando la jutía despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó. Cuentan los que pasan por aquel río que la jutía vive atrapada en las profundidades del río y que no puede salir a la superficie a pesar de sus esfuerzos.

En cuanto a Manta Roja y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Manta Roja había aprendido la lección. Prometió a su abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su abuelita y de su mamá.

El guerrero quedó prendado de Manta Roja y rápidamente habló con la abuela para que llegado el momento Manta Roja fuera su esposa. Es de ahí en adelante que los taínos decidieron ser enemigos de las jutías cazarlas y comérselas.

FIN

martes, julio 08, 2008

Si nos dejan...

Por Sonia M.Rosa-Vélez


Cambiando canales en la tele casi en automático escuché la canción por primera vez.

Si nos dejan
nos vamos a querer
toda la vida.

Si nos dejan
nos vamos a vivir
a un mundo nuevo.

Yo creo podemos ver
el nuevo amanecer
de un nuevo día.

Yo pienso que tú y yo
podemos ser felices
todavía.

Si nos dejan
buscamos un rincón
cerca del cielo.

Si nos dejan
hacemos con las nubes
terciopelo.

Y ahí, juntitos los dos,
cerquita de Dios,
será lo que soñamos.

Si nos dejan
buscamos un rincón
cerca del cielo.

Si nos dejan
hacemos con las nubes
terciopelo.

Y ahí, juntitos los dos,
cerquita de Dios,
será lo que soñamos.

Si nos dejan
Te llevo de la mano corazón
y ahí nos vamos.

Si nos dejan
de todo lo demás
nos olvidamos.

Si nos dejan, sin nos dejan.

Autor: José Alfredo Jiménez

Era la canción tema de una novela colombiana cursi y predecible por demás. Pero la combinación del Mariachi, gente linda y letra dulce y empalagosa de amor me hicieron detenerme en el canal.

Desde ahí me hice fan de "La hija del Mariachi". Todos los días a la misma hora la tele era mía o era prisionera de la tele. Mis hombres, mi esposo y mi hijo se burlaban a viva voz de mi afición al novelón y cantaban a dúo y en armonía, en sus voces de primeros tenores la introducción musical de la novela.

Si nos dejan
Te llevo de la mano corazón
y ahí nos vamos.

Si nos dejan
de todo lo demás
nos olvidamos.

Si nos dejan, sin nos dejan.

Yo suspiraba viendo a los protagonistas sufrir de amor. Viendo como el mundo, el mal, las clases sociales, las mentiras los separaban, cuando en realidad siempre acababan uno en brazos del otro y fotografiaban muy bien, él con su falso acento colombiano, ella perfecta en su traje de Mariachi y en paños menores también.

Me enamoré del amor imposible y de la magia de los Mariachis cantando a todo pulmón canciones de amores problamáticos, frágiles...

La novela concluyó con el final felíz simplón y esperado y yo me quedé flechada con los Mariachis...

Sabor a Mary Jane

por Sonia M.Rosa-Vélez

En mis días de niñéz, en aquella época cuando los dinosaurios todavía habitaban las costas de Puerto Rico, las niñas de mi casa teníamos dos opciones.

Opción 1: Comprar dulces con los 10 centavos que nuestra estricta madre nos daba cada día cuando marchábamos a la escuela.

Opción 2: Utilizar los diez centavos para regresar a casa en transporte público, regresar en los odiados carros públicos. Opción que sabiamente usábamos solo cuando había mal tiempo.

Todos tenemos comprometidas una serie de neuronas en recordar sabores, olores y momentos de nuestra infancia. Me asombro con frecuencia al poder recordar con exactitud lugares, olores y sabores de aquellas épocas lejanas.

Mi Hermana mayor Cuchy y yo íbamos a la misma escuela, Cuchy estaba en sexto grado y yo en primero. Ella era mi protectora (Mi“bully” personal). Ella era del tipo “mosquita muerta” y nadie se pensaba que Cuchy peleaba como las mejores, especialmente cuando había que defenderme a mi.

Como de costumbre ella y yo nos detuvimos luego de salir de la escuela en la tienda de la 15 y pedimos 10 Mary Jane y dos maltitas. Ibamos a caminar a la casa, el camino era largo pero íbamos contentas. Tremendo desarreglo. Mami era muy estricta y en casa no se compraban dulces, excepto en ocasiones especiales. Estábamos apunto de comernos el manjar cuando escuchamos gritos, oímos disparos… Cuchy me tiró al piso y me protegió con su cuerpo. Unos hombres se disparaban desde un Jeep a un carro fue todo los que pude pude ver con una hendijita que había entre nuestros cuerpos. Cuando terminaron los disparos Cuchy tomó los bultos de ambas, los Mary Jane, me agarró de la mano y corrimos sin parar hasta la casa, pasando como dos aves en huída el cementerio municipal y el camino flanqueado de cañaverales en ambos lados.

Recientemente fui con mi hijo a una tienda de la franquicia Michael’s donde venden manualidades. ¡Que sorpresa! Al lado de la cajera registradora tenían bolsitas de Mary Jane’s. Mi hijo nunca había saboreado ese exquisito dulce de maní. Mientras comíamos juntos en el carro le conté nuestra aventura infantil y él tenía cien preguntass. La que más me llegó fue- ¿Acaso no es maltrato, el dejar a dos niñas solas caminar solas por un cañaveral? Mi respuesta fue simplista . –“Eran otros tiempos”.

Esa noche mi hermana Cuchy yo fuimos cómplices otra vez cuando rescatamos el contrabando de Mary Jane’s maltratados y los comimos sentadas hombro con hombro, mientras escuchábamos al viento golpear las guajanas de el cañaveral contiguo.

domingo, julio 06, 2008

Henry Ronaldo Kissinger

Por Sonia M.Rosa-Vélez

Henry Ronaldo Kissinger era el nombre que le habían dado sus padres. El nombre en realidad le quedaba grande por eso cada uno le tenía su apodo: unos le llamaban Hen, otros Naldo, otros mucho más minimalistas le llamaban Ki y estaban por último los que le llamaban Singer.

¡ Qué lío! Tener tantos nombres era casi un permiso para tener varias identidades. Y así lo hizo Henry Ronaldo KIssinger adoptó múltiples personaliades que le caían como anillo al dedo a los apodos que le habían dado.

Hen era un tipo calmado, dormilón, pausado. Naldo era amigo de los Mariachis, escaparse hasta altas horas de la noche, y como todo el extravagante que era solo bebía agua con hielos y si no había hielos mejor se moría de sed. Ki era chistoso, sonreído, siempre buscando con quien jugar juegos viejos y juegos nuevos. Singer era un genio de los trucos, gimansia, brincar obstáculos, un general del órden y la agilidad.

Henry Ronaldo Kissinger el poodle con múltiples peronalidades.

jueves, julio 03, 2008

Cuando yo muera

por Sonia M. Rosa-Vélez


Cuando yo muera ve y siembra un árbol,
planta semillas en mi panteón,
escribe un verso que nadie entienda ,
y dile al mundo que te dí amor.
Cuando yo muera no sufras mucho,
recuerda yo seré tu inspiración,
y cuando por fin te encuentres solo,
tú podrás escribir una canción.
Cuando yo muera guarda un retrato
de la novia que te dijo si ...,
un seis de enero ,vestida en blanco,
mientras temblaba pegadita a tí.
Cuando yo muera ,dile mi nombre...,
enséñale que de verdad le amé.
Dile a mi hijo que es angel único,
y que mi vida transformada fué
en el momento que lo vi nacer.
Cuando yo muera sigue viviendo,
cuando yo muera guárdame un beso,
cundo yo muera busca una estrella,
cuando yo muera
dale tu amor a una mujer bautizada de emoción ,
que te cobije y te de calor .
Cuando yo muera guárdame un rincón,
porqué yo fuí tu primera pasión.

Nana del abuelo

Por Sonia M. Rosa-Vélez

Véngase aquí bien cerca muchachito,
porque Ud. muy bien sabe que es mi favorito,
que es siempre y será en mi corazón,
favorito al que daré
mi devoción.
Escuché pues esta profesión de fe,
nunca a mis hijos
le he dicho lo que a Ud.
Que es hermoso este amor que le profeso,
Que quiero que me quiera pues soy viejo.
Que tomado de mi mano camine por ahí,
Sintiendo del amor que nadie me dio a mí.

En paralelo y fuera de serie

por Sonia M. Rosa-Vélez

Nada nos une,
Tan diferentes
Vivimos solos
Sin otras gentes.
Vivimos juntos
Y no revueltos
En paralelo y fuera de serie.

Palabras con fuego

Por Sonia M. Rosa-Vélez

Llegaste disparando a mansalva,
Y me quemaste con las palabras que dijiste.
Eran palabras que yo ya había olvidado,
Palabras que en mi vida ya no existen.
Palabras de mi pasado,
Juegos de juventud
De un “me provocas,
un no se que”.
Y quiero agradecerte por encender el fuego,
por quemarme con las palabras
con los fuegos reales
que efectivamente apagaré.

Galaxias

por Sonia M. Rosa-Vélez

No quiero ser tu luna,
Yo quiero ser tu sol
Mirame,
Tengo luz propia
Y viajo en mi propia
Rotación.

Slow motion

Sonia M. Rosa-Vélez

A spatial frantic haste,
crucial, fast, necessary,
It’s running reckless rhythms
in my life
like wild fires.
All that poisoned adrenaline
that keeps me in the fast track,
demented rush and dizziness
keeping me near collapse.
Give me a dose of slow motion!
The lunacy will stop. . .
Give me a dose of slow motion!
With a rhythm ultra-slow.
Give me a dose of slow motion!
Just to make a phone call.
Give me a dose of slow motion!
Send firemen, paramedics, to stop
the outrageous fury
before my body explodes.

I've changed

Sonia M. Rosa-Vélez


I don’t want to be rich, I’ve changed…
Neither want to be famous, I’ve changed…
since the moment you arrived, I don’t know,
I am somewhat surprised I am not the same.
Can you see the difference you have made?
Please believe, I can hear a new music
everywhere.
And I have this newborn child like faith,
because I see you growing everyday.
This is a stunning miracle, today,
you can call me your mother…I’ve changed.

Agua bendita

por Sonia M. Rosa-Velez

Necesito un lago de agua bendita
Para limpiar mis faltas y mi mente
Ya maldita,
Porqué perdí el amor a otros,
Porqué desconfío en casi, casi todos,
Por que mi inocencia hace tiempo la perdí,
Necesito agua bendita que me repare a mí.

Agua hispana

Por Sonia M. Rosa-Vélez

Quiero que lluevan eñes y castañuelas, quiero que
llevan cuatros y panderetas,
Esta lluvia callada me parece infernal,
Quiero que lluevan acentos por montones
Y que la gente oiga truenos de los buenos y bongoes.
Y que mujeres con tacones muy altos bailen en las
calles y que corran en cadencioso ritmo mientras la
lluvia cae,
no como estas criaturas seudo-mujeres de aquí, todas
vestidas de negro y sin un do-re-mi.
Quiero que llueva a todo dar,
Torrencialmente, sin pena y luego el sol salga a
quemar todas las callejuelas.
Esta lluvia extranjera me enloquece,
Quiero que lluevan acaloradas pasiones a cien por
hora.
Y que esta gente aprende a liberar sus emociones.

Anacaona

por Sonia M. Rosa-Vélez

Hey, Anacaona lives in me,
So be careful con lo que andas haciendo por ahí,
I’m the offspring of a RACE of dangerous woman,
Amazonas they call them
Go find out, read!
So be carefull my dear
Estoy que quemo
So be careful my dear,
This is not any old lady,
Mujer de agua y también mujer de fuego…
Don’t you dare to look down on me
Remember... yes! Anacaona vive en mí…

jueves, junio 19, 2008

El librito de la madre boricua...

por Sonia M. Rosa-Vélez

Siempre le he dicho a mi hijo, medio en broma, medio en serio, que las madres boricuas tenemos un librito que usamos en la crianza de nuestros hijos. Recuerdo, en mis días de soltera y tonta cuando juraba y perjuraba que una mujer educada como yo, no iba a criar a mi hijo con los parámetros que a mi me habían criado. Jamás de los jamaces, la historia de mi niñéz se iba a repetir en mi hijo. Yo iba a ser la excepción: ser super-cariñosa, pausada, liberal en todo, generosa, expresiva, le iba a dar alas a mi hijo y lo iba a dejar volar, volar solo.

Hasta que llegó al mundo mi hermoso y adorado hijo y de la noche a la mañana me transformé en mi madre. Abría la boca y todo , pero todo lo que salía de ella eran las frases que mi madre repetía como un rezo. Y así comenzó la leyenda de El Libro de la Madre Boricua. El mencionado librito recoge una huella ancestral de ADN cargado de mitos urbanos y rurales, frases taínas y judías, canciones africanas y españolas, en resumidas cuentas es un compendio histórico de lo que fuimos y de lo que seremos. Algunas de esas milenarias frases son:

1- Estate quieto o tendré que darte un cocotazo.
2-Este niño tiene juribillas por dentro.
3-Yo te traje a este mundo y yo te puedo sacar de él.
4-ESte nene sabe más que los ratones.
5-Te me callas la boca ahora mismo.
6-Si te comes esas semillas te va a salir un arbol de...
7-No seas mañoso.
6- No comas tantos dulces que te van a dar lombrices.
7-(La madre boricua como mediadora en medio de una pelea entre hermanos) Voy a tener que partirle la cara a los dos.
8-Respeta.
9-Familia es familia.
10-Sangre es sangre.
11-Nene, pero come más.
12-Hice unas frituras que me quedaron como para chuparse los dedos.
13- Te me sientas ahí y no te muevas.
14- Mucho cuidadito, mucho cuidadito!
15- Virgen santísima. ( Se invoca a la Virgen por madres que no son Católicas tambiéN)
16- Si te mojas en la lluvia te vas a acatarrar.
17- No cojas el sereno.
18-Madre solo hay una.
19- Te voy a dar la pela de tú vida.
20- No quiero quejas.
21-Te me callas.
22-Te me callas la boca.
23- Los niños hablan cuando las gallinas #$%$#.
24-Abre la puerta o tendré que tumbarla.
25-Espera a que tengas hijos.
26- Te lo dije, te lo dije, te lo dije.
27- Por favor, coge consejos.
28-Mas sabe el diablo por viejo que por diablo.
29- Se humilde.
30- Cuidadito con meter la pata.
31- El que coge consejos llega a viejo.
32- Evita las malas juntillas.
33-Esa nena no te conviene.
34-Madre hay solo una.
35-¿Quién te trajo al mundo?
36- Porque yo lo digo.
37-Cámbiame esa mirada.
38- Me recoges ese reguero inmediatamente.
39- Te quiero aquí tempranito.
40-Mientras vivas bajo mi techo vas a obedecer mis reglas.
42-Ay bendito muchachito.
43-Cuidadito.
44-Deja que te coja
45-Deja que llegue tú padre.
46-Si te escondes va a ser peor.
47- Nunca empieces una pelea, pero si te pegan defiéndete.
48- Ese muchahito tiene la música por dentro.
49- No te dejes coger de mangó bajito.
50-Nada se ha escrito de los vagos.
51- Ese muchacho es más vago que la quijá de arriba.
52-Por trabajar nadie se ha muerto.
53- No hagas que me salga la neura.
54-Muchacho deja de comer que tevas a empachar.
55-Pobres pero limpios.
56-Pobres pero honestos.
57-PObres pero honrados.
58- Nosotros somos gente decente.
59- Por favor deja de soñar con pajaritos preñados.
60- Dame paz.
61- No me mientas.
62- El castigo va a ser peor si descubro que me mientes.
63- Me estás rompiendo el corazón.
64- Ya te lo advertí.
65- NO seas agallú.
66- Yo te voy a enderezar.
67- No me ignores.
68- Yo soy tú única madre.
69- Sana, sana colita de rana, sino te sanas hoy te sanas mañana...
70- Y dale que es tarde...
71- Yo no nací ayer...
72- Yono me chupo el dedo
73- No me vas a coger de mangó bajito.
74-Cuando tú ibas ya yo venía...
75- No seas casqui-bano
76- No seas casqui-duro
77- Compórtate como el hombre de esta casa.
78-Cuida a tú hermanita.
79- Compórtate como una señorita.
80-Peínate ese pelo (pasurín, pelusa)

Las madres boricuas son dominantes, al punto que se les ha comparado con las madres judías. No están exentas de utilizar el chantaje emocional, cuando es y cuando no es necesario.Tienen una mirada super-tierna y otra de rayos láser capáz de derretirte el alma. Tienen brazo de peloteras y donde ponen el ojo ponen la chancla y si no tienen chancla a la mano tiran con lo que tengan a la mano: piedra, escoba, olla, teléfono, etc.

También son conocidas por ser abnegadas y discretas, muy limpias y trabajadoras, amigas de guardar secretos y de ayudar detrás de los bastidores a sus hijos, sea en las asignaciones y proyectos de la escuela, como en préstamos que nunca cobran para prontos para carros y viviendas.

Por última, queda mencionar la maldición de la madre boricua:-"Espero que tengas un hijo igualito a ti". Todos hemos temblado al escuchar la maldición. Sabiendo lo majaderos, quejosos, mañosos, tercos y difíciles que hemos sido miramos al futuro y sabemos que nos espera un camino escabroso. Camino que no se podría vadear sin los sabios consejos y frases manoseadas de El librito de la madre boricua.*

_________________________________________________________________

* Mi buena amiga y avanti madre boricua Griselle Perez me mandó unas cuantas frases que involuntariamente omití y otras tantas que aquellas madres cibernautas boricuas usan.

Nos escribe Griselle:-"Me hiciste reír. Eso mismito me pasó a mí. Claro que yo le añadí otras como:

"Dame el aparato que está encima del coso ese"
"Acaba de bañarte muchacho!"
" Mira nene, no eches mal de ojo"
" No abras esa nevera sudá que te pasmas"
" Que las dejen de mirar que la carne no está en el garabato por falta de gato"
"Aprendan a cocinar que el amor entra por la cocina"
"Jamás me casaría con un militar"
"Mira nene, sólo enamórate de una nena que me quiera mucho a mí y a tus hermanas"
A las nenas cuando eran chiquitas: "No lloren que les dan arrugas"
Al nene cuando era chiquito: No llore que usted es un hombre( eso si no se justificaba el llanto, de lo contrario le decía "No te apures que los hombres también lloran") ¿Quién nos entiende?
Ahora a las nenas ya grandes:
"Verdad que casi no tengo arrugas?"
"Voy a rebajar para que me presten la ropa"

Finalmente (gracias a la tecnología de este milenio y siguiendo la línea de la madre puertorriqueña controladora cibernética):

¿ Vieron el e-mail que les envié?
Dámele forward a ese message
Pásame ese ringtone
Definitivamente Facebook es mejor que MySpace
Consígueme a Fulano que lo quiero añdir a mi cuenta

Y la mejor frase copiada de ellos mismo: Está cool !!!

jueves, junio 05, 2008

Las vacas locas

por Sonia M. Rosa-Vélez


La multitud de chicos y chicas taínos corrían a esconderse en la selva. Nunca habían visto cosa semejante. Estas jutías gigantes y peludas eran algo nuevo en el entorno caribeño. Los españoles se reían a carcajadas al ver a los muchachitos desnudos correr despavoridos. Alguien dijo sin pensarlo dos veces: -Las vacas están locas. Todos seguían riendo mientras dos o tres de ellos agitaban a las bestias mientras gritaban: Las vacas locas, las vacas locas. Los jóvenes taínos también vocalizaban las nuevas palabras, las palabras que nunca habían escuchado sus oídos: Las-va-cas lo-cas-las-va-cas-lo-cas.

martes, junio 03, 2008

Llorar arruina el maquillaje

Sonia Migdalia Rosa-Vélez

Llorar es un estilo de vida para muchos, una necesidad para otros y en realidad un dolor de cabeza para un pequeño grupo de humanos. Pertenezco al tercer grupo para los que llorar es literalmente un dolor de cabeza.

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (y olé) la palabra llorar tiene varios significados. El verbo llorar proviene del latín plorāre y significa derramar lágrimas. También significa sentir vivamente algo, manar de los ojos un líquido y por último los eruditos de la Academia definen al verbo llorar como: encarecer lástimas, adversidades o necesidades, especialmente cuando se hace importuna o interesadamente. Todos hemos conocido a un llorón/llorona de este tipo, que simplemente se lanzan al ataque y la lloradera con la más mínima provocación tras uno simplemente darle la cortesía de un: - Buenos días. ¿Cómo estás?

He estado obsecionada con el tema de las lágrimas desde niña. No fue fácil pasar cuarto grado, una pesadilla en realidad, con un grupo de maestros que me aterraban, mi propensidad a llorar y un grupo de chicos que me bautizaron “la lloroncita”. Mis niveles de estrés eran tan altos que lloraba a la menor provocación. Fue a tan temprana edad que decidí comenzar mi lucha contra las engorrosas lágrimas. No podía vivir el resto de mi carrera escolar atada al mote de “ la lloroncita” y declaré la guerra contra las lágrimas a esa tierna edad.

Leí hace un tiempo atrás sobre un estudio que se realizó en 1999 por William H. Frey II, Ph.D y un grupo de colegas. Durante el mismo, el galeno descubrió que a los hombres no les gusta participar de este tipo de experimento (qué sopresa) y que las mujeres lloran 5 veces más que los hombres. O sea que las mujeres lloramos 5 veces por mes cuando los hombres no lloran nunca o lloran .5 veces lo que es estadísticamente insignificante. Sus hallazgos concluyen que los episodios de llanto duran alrededor de 6 minutos y este tiempo es similar para hombres y mujeres. También concluyó que los humanos somos más propensos a llorar entre las 7 y las 10 de la noche. En ese lapso de horas solo Dios sabe la razón todos lloramos con más facilidad. No existe ninguna correlación entre la edad y la frecuencia del llanto. Aunque para aquellos que hemos pasado por noches en vela junto a un bebé con cólicos llorando a lágrima viva nos parece errada la conclusión. El estudio reporta que 86% por cientode las mujeres y 73 % porciento de los hombres reportaron sentirse mejor luego de llorar.


!Mentiras! Grité al leer las últimas conclusiones del estudio de Frey sus ocho colegas. Mi experiencia siempre ha sido negativa después de llorar. Un dolor de cabeza de grandes magnitudes surge después del llanto, sin mencionar la congestión nasal, dolor de garganta, hinchazón facial, dolor de estómago, etc. He pasado tres cuartas partes de mi vida luchando en contra de las invasoras lágrimas y ha sido una lucha que en la mayor parte las ocasiones he perdido. Así que tratando de mantener un control desarrollé dos simples reglas para el derrame de las impertinentes lágrimas. Regla #1: Nunca llorar en el trabajo. Esta regla la violé el 11 de septiembre de 2001 cuando lloré sin pena frente a mis compañeros de trabajo mientras mirábamos la muerte y la destrucción en Nueva York. Regla #2: No llorar frente a extraños. He perdido la cuenta de las veces que he violado esa regla.

Fue grande mi alivio cuando descubrí el estudio del grupo de investigadores brasileros, realizado en el año 2003 y lidereado por YD Fragoso que confirma lo que ya había experimentado por tantos años. Aunque se ha reportado muy poco en la literatura médica, Fragoso descubrió que llorar dispara en 55.3 porciento de los participantes una serie de mecanismos que precipitan las migrañas y dolores de cabeza muy similares a los dolores de cabeza causados por tensión.


Ya, confirmé sin lugar a dudas que para mí y otro cincuenta y tanto por cierto de la población llorar no es ningún alivio. Para una llorona semi-profesional como yo, noten que me gradué de lloroncita a llorona, hay consuelo en los números. Como ya les conté mis reglas anti-llanto no han funcionado efectivamente hasta ahora. Cuando llegue el golpe de agua, solo me queda el ser mujer, abanicarme los ojos, tratar de darle reversa a las lágrimas y repetir como quien repite un mantra: - “no llores que llorar arruina el maquillaje”.

Zaida

por Sonia M. Rosa-Vélez

La rosa mas bella,
La rosa especial
Siempre perfumada
Le gusta cantar
Canciones que escucha por un naranjal
O aquellas que ella
Se puede inventar
La rosa más bella,
Es color azul,
Modesta y hermosa
Vestida con tul
Proviene de Aguada y esa eres tú

lunes, mayo 19, 2008

Tsunami

por Sonia M.Rosa-Vélez

Una epidemia de sombras,
sobredosis de dolor.
Terremoto que destruye,
que sacude sin parar la tierra,
mi tierra.
Qué antes había sido, tierra fructífera de todos,
terra callada,
terra habitada
por mi y los mios que ahora solo sufren, lloran,
gimen constantemente, ante la magnitud del tsunami
que nos arrasa,
el tsunami que nos ahoga,
el tsunami poderoso y atrevido, que llegó a arroparlo todo
con la fuerza de su nombre y apellido:
CANCER MALDITO.

Calentamiento


Por Sonia M. Rosa-Vélez


Llegará la muerte por calentamiento,
este no será un proceso lento.

Calentamiento físico, calentamiento individual,
Calentamiento colectivo, calentamiento global,
Calentamiento masivo, calentamiento nuclear.

Un calentamiento
Muchos calentamientos
Escribirán nuestro final.

Fango

por Sonia M.Rosa-Vélez

Comenzó la lluvia a hacerme fango,
Y no soy de las que huye,
Y me hice fango,
Fango rojo,
Fango hermoso,
Fango fuerte del que
nadie destruye.

Testamento

Por Sonia M. Rosa-Vélez


Cuando yo muera ve y siembra un árbol,
planta semillas en mi panteón,
escribe un verso que nadie entienda,
y dile al mundo que te di amor.
Cuando yo muera no sufras mucho,
recuerda yo seré tu inspiración,
y cuando por fin te encuentres solo,
tú podrás escribir una canción.
Cuando yo muera guarda un retrato
de la novia que te dijo si...,
un seis de enero, vestida en blanco,
mientras temblaba pegadita a tí.
Cuando yo muera, dile mi nombre...,
enséñale que de verdad le amé.
Dile a mi hijo que es ángel único,
y que mi vida transformada fue
en el momento que lo vi nacer.
Cuando yo muera sigue viviendo,
cuando yo muera guárdame un beso,
cundo yo muera busca una estrella,
cuando yo muera
dale tu amor a una mujer bautizada de emoción,
que te cobije y te dé calor.
Cuando yo muera guárdame un rincón,
porqué yo fuí tu primera pasión.

Nana del abuelo

por Sonia M. Rosa-Vélez

Véngase aquí bien cerca muchachito,
porque Ud. muy bien sabe que es mi favorito,
que es siempre y será en mi corazón,
favorito al que daré
mi devoción.

Escuché pues esta profesión de fe,
nunca a mis hijos
le he dicho lo que a Ud.
Que es hermoso este amor que le profeso...
Que quiero que me quiera pues soy viejo.
Que tomado de mi mano camine por ahí,
sintiendo del amor que nadie me dio a mí.

Empuja

Por Sonia M. Rosa-Vélez



La palabra clave
la palabra fiel
siempre será empuja,
para la mujer.

Empuja en la vida,
para proteger a la criaturita
que ya empujaste
para que naciera una y otra vez...

Empuja a ese hombre,
es un peso muerto,
pero bien, mijita que le vas a hacer,
tienes que empujarlo
rumbo al bien, al éxito, lejos de la otra
cerca de tus hijos.

Empuja que empuja,
para que trabaje, para que te ame,
para que te hable,
lo que nadie sabe
como hay que subir a empujones limpios
un cuerpo que frío muy en las mañanas,
te duele vestir.

Y haces a empujones el café diario,
te pones tacones,
te pintas los labios,
y sacas a todos para su quehacer.

Puros empujones
para ser mujer.

viernes, mayo 02, 2008

El Viejo

por Sonia M. Rosa-Vélez

El musical estaba a punto de comenzar. Yo estaba sentada en la última fila donde podía tener visión amplia, sin que nadie molestara mi visibilidad o se estuviera moviendo. Ellas llegaron empujando la silla de ruedas del anciano jorobado que apenas se sostenía sentado. Lo aparcaron en el pasillo, a mi lado. Yo pensaba que se iban a sentar por la inmediaciones cercanas al viejo, pero lo aparacaron, como quien deja un carro chocado en una esquina, y procedieron a sentarse bien lejos. El anciano tenia una mochila pequeña y comenzó a sacar cosas de ellas. Tenía una colección de cómics de esos que salen en el períodico nítidamente recortadas y las trataba de leer, mientras sus manos temblaban, en la luz tenue del auditorio. Yo lo miré por unos segundos, pero luego me distraje con los preparativos finales que tomaban lugar a último minuto para que el musical estuviera listo. Le hacían pruebas a los micrófonos que todavía chillaban y pegaban con cinta adhesiva cables aquí y allá.

Una mujer, percudida, apurada y convoz de fumadora se acercó a la silla de ruedas y le dijo al viejo:-"Papá necesito que firmes estos documentos ahora". Mientras rápidamente le ponía un bolígrafo en la mano a él y se viraba en mi dirección.
-"Señora"- me dijo en tono de orden militar.-"Necesito que firme este documento como testigo de esta transacción". La mujer me tiró el papel casi en la cara y yo leí por encimita algo de una venta de una propiedad. El pobre viejo no sabía ni donde estaba, la mujer le dirigía la mano para que firmara, y yo yo la miré con odio , le extendí el papel de vuelta y le dije: -" No"- Ella me miró con asombro mientras mascullaba algo de necesidad de testigos, notarios públicos y otras tantas cosas que me parecieron incoherentes.


El viejo durmió casi toda la obra. Yo no pude disfrutarla pensando en que el pobre viejo se iba a caer de la silla. LLegó el intermedio y otra mujer cincuentona vino a buscar al anciano. Yo me distraje comprando camisetas y souvenires del musical y no había notado que ya el intermedio habia terminado. Solo quedábamos en medio del inmenso pasillo el viejo, abandonado por las serpientes venenosas, que se hacían llamar sus familiares y yo.

miércoles, abril 30, 2008

Entre hermanas



Cuento

por Sonia M.Rosa-Vélez

La caja de zapatos era el lugar adecuado para poner al pequeñín.
Todas lloraban desconsoladamente. Cantaron unos cánticos que habían aprendido en la iglesia protestante que frecuentaban.
Nos veremos junto al río- entonaban muy afinadas las cinco niñas- cuyas aguas cristalinas fluyen puras argentinas, frente al trono de nuestro Dios. Oh si nos congregaremos en la ribera hermosa del rio, cuyas aguas vivas dimanan del trono de nuestro Dios.
Todas llevaban en sus manos sendos arreglos florales de flores silvestres.

La madre cargó la caja con el cuerpo del pollito, rubio, inerte, tieso y como que desinflado.

El padre cavó de manera enérgica un hoyo en l a tierra.

La madre oró:- Padre nuestro recibe a este pollito en el cielo de los animales.

De ahí en adelante todas creyeron como quien cree en un evangelio que existe un cielo para los animales buenos.

Abriles negros



por Sonia M.
Rosa-Vélez

(En memoria de aquellos que murieron en la Masacre de Virginia Tech)


Abriles negros,
comprometidos con el dolor,
de la madre tierra que pare, con su sangre primaveras.
Primaveras febriles, primaveras con cáncer,
primaveras calladas,
en los abriles de muerte,
falsamente hermosos, en que lloran
los amados de aquellos que murieron en abriles asesinos.
Y miro desde afuera los abriles, con sentencias de muerte,
borrachos de venenos,
creados a la medida,
para matar al enemigo y no al amigo.
Abriles de silencios colectivos,
de entierros masivos,
velorios, música mortuoria,
velas encendidas en memoria
De aquellos que murieron prematuramente.
Abriles de anuncios fatales.
Abriles negros cargados de dolor en el aire.

Monstruos (Cuento)


Por Sonia M.Rosa-Vélez

Esto de tener sueños malos me persigue desde que era chiquito. Hoy a mis dieciséis años de edad te puedo decir que no es fácil, tener que batallar los monstruos en las noches de tú niñéz. Por lo menos tengo el consuelo de tener padres creativos que me han ayudado en esta lucha.

Todo comenzó cuando solo tenía cuatro añitos, lo recuerdo con claridad, como si fuera ayer. Había pasado el huracán Georges y entre la destrucción y cambios al paisaje que dejó en nuestra aldea, también dejó a un grupo de monstruos.
La aldea, era un lugar tranquilo previo al huracán. Todos jugábamos en casa de todos. Y aunque yo no era pariente de ninguno de aquellos chicos ellos eran como mis primos. Era un lugar seguro, libre de monstruos.

Los monstruos comenzaron a salir de debajo de mi cama solo tres días después del huracán. Toda la aldea estaba a oscuras y luego de jugar un ratito en la oscuridad todos nos íbamos a dormir temprano acompañados por nuestras linternas de mano. Mis padres estaban acostados y casi inmediatamente pude escuchar el ronquido a dúo de mis padres que tanto me confortaba.

Solo pasaron unos segundos cuando los escuché por primera vez. Se reían, con risas burlonas, chillaban y se movían en puntitas de pies, como para que yo no los oyera, pero yo estaba despierto y los había escuchado con claridad. Rápidamente busqué mi lámpara de mano, la encendí y los vi por primera vez. Un grupo de monstruos se paseaba por debajo de mi cama, se asomaban y me miraban con miradas burlonas. Sin pensarlo dos veces grité:-¡Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaami, Paaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaapi, Maaaaaaaaaaaaaaaaaaa, Paaaaaaaaaaaaaaaaa!
Ambos llegaron al lado de mi cama en segundos. No sabía que mis padres eran tan veloces. Llorando, casi sin poder hablar les dije:
-“Hay unos mons, mons, monstruos debajo de mi cama”-

Ellos buscaron y buscaron pero se habían esfumado. Me preguntaba: ¿Habría monstruos debajo de las camas, vecinos y casi primos Victor y Alex? Mis padres me creyeron aunque sabían que era un niño con una saludable imaginación.

Yo comencé a demandar desde ese momento que mis padres alquilaran los servicios de un cazador de monstruos. Alguien super-fuerte y super-valiente tenía que venir a protegerme de estos fastidiosos monstruos.

Todas las noches a la misma hora venían los monstruos a visitarme. Ellos se veían tan cansados como yo. Eran destructivos, su propósito era destruir mi cuarto y mis juguetes. Mis gritos se escuchaban por toda la aldea. Lo habíamos intentado todo. Mi padre durmiendo conmigo, mi madre durmiendo conmigo, los tres durmiendo juntos, dormir en casa de los vuelos, teses medicinales, oraciones especiales al ángel de la guarda, cambiar todo de lugar en mi cuarto…

Ya estábamos sin recursos cuando un día mi madre dijo. -”Necesitas tus propios monstruos. Monstruos buenos, guerreros que te protejan de estos fastidiosos monstruos que pretenden mudarse a vivir debajo de tú cama”- dijo ella, como si los monstruos buenos se consiguieran anunciándose en las páginas amarillas. Grande fue mi sorpresa cuando ella llegó a la casa ese mismo día con una sábana. Una sábana llena de monstruos. Criaturas de todo tipo y de todos los colores, un dragón humeante como chimenea y dos pececitos muy simpáticos que me preocuparon desde la primera vez que los vi. Mi madre estiró la sábana frente a mis asombrados ojos de niño de cuatro años y me dijo:- “ Juanchi Bercedoni, estos son tus monstruos. No te engañes, los que se ven más buenos y simpáticos son los más peligrosos. Esos dos pececitos tienen el poder de convertirse en pirañas del Amazonas, en ballenas asesinas y en los más feroces tiburones caribeños, que de una mordida se pueden devorar a cualquier monstruo”. –“Todos los días- dijo ella muy solemne-“ vas a tender tú cama con esta sábana poderosa”. –“Estos son tus monstruos que te protegerán de noche y batallarán hasta que expulsen a todos los monstruos que quieren vivir debajo de tú cama.”

Mis monstruos tuvieron que pelear tres noches corridas contra los monstruos invasores. Cuando yo los sentía llegar, me arropaba con mi sábana protectora y mis monstruos, sin mucha prisa se despegaban de la tela y peleaban como fieras !Qué batallas! Mis favoritos eran los peces. Tenían una estrategia perfecta al lucir tan buenos y luego transformarse en gigantes hambrientos del Mar Caribe. Miraba las batallas campales por una hendijita de la sábana, temblando en un esquina de la cama, calladito mientras mis monstruos regresaban a la cama conmigo victoriosos. Luego de la batalla se sentían calientitos y yo me acurrucaba con ellos a dormir. Y dormía como un rey protegido por su propio ejército.

Desde entonces no me han vuelto a visitar ningún tipo de monstruo. Nunca olvidaré las batallas de las que fui testigo durante aquellas noches.

Todavía tengo mi sábana anti-monstruos guardada en el clóset del pasillo. Se que mis monstruos están ansiosos, aunque descansados esperando la próxima invasión.

Angel de la guarda



por Sonia M. Rosa-Vélez

Desde niña siempre tuve una imaginación saludable. Mis noches siempre estaban llenas de sombras, monstruos, ruidos de animales, criaturas que asustaban y ángeles.

En mis momentos de temor mami me recordaba el verso popular tan hermoso que decía: - “Angel de la guarda dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día , no me dejes solo que me perdería”. Esa fue la primera oración que me aprendí y allí comenzó mi relación con los ángeles.

Mis ángeles, no eran los ángeles de otros niños y niñas. Los míos eran una fibra especial de mi imaginación. Los ángeles de los calendarios, frescos y hasta los del cementerio me parecían afeminados, debiluchos, tontos y demasiado obedientes. Los míos no eran nada de eso.

Primero en mi mente un angel no podía ser un niñito regordete con alitas blancas. Mis ángeles eran y son guerreros, una mezcla de soldado romano, ninja y un “marine” de fuerzas especiales. Un super-hombre con alas, un gigante, levantador de pesas, con cada uno de sus músculos super-desarrollados en su sitio, luciendo su fuerza y su perfección.

De las alas de los angeles tradicionales, ni me hables, solo las palomas tienen alas blancas, mis ángeles tienen alas de águila, y cuando entran en batalla las alas cambian de color de marrón a los rojos más encendidos en los crisoles más brillantes que el más hermoso de los arcoriris.

Tampoco mis alados mensajeros divinos no andan por ahí, con las manos dobladas en señal de oración. No, los míos andan armados hasta los dientes, de batalla campal en batalla campal. Tienen espadas afiladas, estrellas ninja, lanzas, arcos y flechas, todo lo que se necesito para eliminar a los enemigos.

Desde niña mi angel ha sido alguien único excepcional.

Todas las noches aún a mi edad le agradezco a Dios por escogerlo así de fuerte y extraordinario para mi.

Salmo 34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende.

martes, abril 29, 2008

Dog Heaven


(Cuento)
por Sonia M. Rosa-Vélez


Estaban todos corriendo como una banda de locos.

Otros de ellos se dejaban rascar por manos incansables que les hacían cosquillas en aquellos lugares especiales.
Algunos de ellos dormían a pata suelta a pesar de que otros aullaban a la luna como lobos barítonos y tenores.
Otros eran indiscretos y perseguían a unas ardillas que parecían gimnastas olímpicas.
Esa es una tierra de libertad total, puedes hacer lo que desees.

El letrero en la entrada leía: -“No hay cadenas, ni castigos, ni comandos que obedecer"-.

Bienvenidos a “Dog Heaven”

Aguada



por Sonia M. Rosa-Vélez

Te miré,
tumbada en los valles de mi mente
existes entre playas y montañas,
cañaverales y riscos
mojados por el rojizo y poderoso Culebrinas.

Mientras las guajanas canosas, vuelan movidas por el viento
del mar Caribe.

Y hueles a azúcar, y sabes a helado de maíz,
y suenas a salsa
a banda acústica,
a música de batuteras
acaloradas que marchan
por tus calles principales,
mientras en medio de ese sueño se esculla el corillo que repite una y otra vez:
-“ Yo soy de Aguada, pa’ que tú lo sepas”-

Chronic Fatigue Syndrome

por Sonia M. Rosa-Vélez

Estoy permanentemente cansada,
Estoy vitaliciamente cansada,
Solo con energía para mover los dedos en este teclado que me cansa...
Sin embargo me libera con palabras que describen cuan cansada me siento...
Cuando me acuesto cada noche y no duermo, preocupada por detalles tan absurdos, con dolores que consumen a mi mundo y me levanto atada a estas palabras que no despierta el café, el té, la cola o nada es un cansancio ancestral, generaciones que ahora viven en mi con lentitud, con ansiedad, con sinsabores. Y camino sin poder un día de cansancios para poder llegar a casa y morir en primera plana o en el baño, sin poder moverme y respirando de a poquitos mientras los trastos sin fregar me llaman a los gritos.

sábado, abril 26, 2008

Star Trek

Por Sonia M. Rosa-Vélez


Veía el programa a diario con devoción religiosa. Todos en la casa sabían que de 10 a 11 el televisor era de ella. El que osara interrumpir la sagrada adicción se encontraba de frente con la ira de Alicia, que con una bocanada de aire les lanzaba su mejor "guiltrip".
-“Acasoustedesnosedancuentaqueesteeselúnico programaqueyoveodespuesdetrabajartodoeldiacomounanegraesclava.Yonotengoviciosyonovisitoanadieyosoloveoesteprogramitadediezaonceyustedesnomepuedendejarverloenpaz.

Ese era solo la introducción de una bien ensayada letanía que hacía que la familia se fuera en retirada a sus repectivos cuartos para no escuchar la voz chillona y el rezo acelerado de Alicia.

Las naves espaciales aparecían y ella era otra.

Crisis previa a un examen

por Sonia M. Rosa-Vélez


No se suficiente,
olvidé las fechas y los movimientos,
me se generales pero no momentos.
Un poco de todo y nada de nada.
El cuento, poesía, ensayo y la nada.
Críticos con nombres que no aprenderé
porque no se nada.
Yo se que no se.
Me uno a quien dijo: “Yo sé quien yo soy”.
Y yo soy aquella, la que ya olvidó lo que bien sabía
y que recordó solo tonterías.

Cosmogénesis

por Sonia M. Rosa-Vélez

No se si fui primero,
Si lluvia, nube o río,
Solo se que sentí...
La vida mojada
Siempre mojada con unas
lagrimas que no cesaban.
Recorrí mares, valles, ríos,
Viví en las montañas sin pena ni hastío, y
Siempre fuí mojada,
Viviendo las tristezas de otros,
Y las mías a veces tan remotas
Se iban y venían.
Y así nació mi mundo
Un mundo de reacciones en cadena,
Abrazada a una pena,
Donde solo los que nadan sobreviven,
Y solo los que lloran aquí viven.

Obseciones privadas

por Sonia M.Rosa-Vélez



Muere la gente en Indonesia,
Siguen las guerras por dondequiera
y yo me obsesiono pensando en ti.
Suena tan tonto pero es así.
El idealismo ha muerto y solo quedo yo,
Pensando en ti,
Y mueren flores y nacen flores,
Caen gobiernos, nacen naciones,
Descubren el secreto de la vida
y yo siempre perdida
en ese universo de silencios que eres tú,
pierdo mi vida, mi juventud,
y ya olvidé las ilusiones
de cambiar al mundo,
escribir canciones,
hoy solo pienso en ti y en mí.
Como pierdo el tiempo
En ser infeliz.

Iguanas

por Sonia M. Rosa-Vélez

Extraño a las iguanas, las de un color
impredecible, curvilíneas,
las que van por la casa a visitar con prisa.
Aquellas que mi perro odia con saña:
gorditas,
panzonas
y veloces.
Que me miran como quien bien me conoce.
Las extraño, en este lugar sin iguanas,
sin sorpresas
ni bullicio de hojas secas
de caminar verde de iguanas,
las extraño en este lugar
gris donde nadie al salir me reconoce.

Agua amarga

Por Sonia M. Rosa-Vélez

Llueve y no para de llover
Con una lloviznita cala huesos
Es una lloviznita
De las de a peso
Majadera,
Pequeñita
Y molesta
Que no para
De filtrarse por las grietas
Como una enfermedad
Que ya sin cura
Se riega por todas partes
En callada
Amargura.

Dormir o no dormir

por Sonia M. Rosa-Vélez



Dormir, en un tic-tac
cansado sin descanso.
Dormir, la meta innalcanzable, la meta que en un ciclo no se acaba,
regresa cada día
a exigir su lugar…

Dormir, en un tic-tac de pesadillas con, serpientes y ratones que se esconden,
en los rincones
para burlarse de mí en las madrugadas alucinadas.
En el casi sueño, en el suspenso
que no es dormir,
es casi dormir.

Dormir,
en un tic-tac cansado,
con días sin descanso,
con noches de ojos hinchados,
de cerebros preocupados por
dormir.

Tierra maldita y divina...

Por Sonia M.Rosa- Vélez

La tele, la maldita tele me trae estas imágenes que tanto hieren,
De un suicida que mató a veinticinco en Palestina, de la guerra que
Solo aumenta nunca termina.
De un odio milenario que nunca perdona,
Del ojo por ojo que amarga y no oye la voz que implora.
Piedad para los niños de esas tierras.
Perdón por los pecados cometidos en otras guerras.
Paz para el futuro de mi hijo,
Paz para aquél que no ha nacido.
Y los misiles explotan a diestra y a siniestra,
Solo se oyen los gritos de dolor de la guerra. Y los susurrros por paz nadie los oye y, los rezos por un cambio, mueren en los callejones de una tierra que se conforma con vengar a los muertos en un círculo que nunca tendrá fin. Y los susurros por la paz nadie los puede oir.

Sapos

por Sonia M. Rosa-Vélez

Sapos verdes,
Sapos amarillos,
Sapos pequeños, medianos y gorditos,
Cantando en serenata un lelolai,
Con eco de pantanos, montañas, y de ríos.
Sapos multicolores,
Sentados entre flores,
Pidiendo ayuda, pidiendo auxilio.

Algo espiritual

por Sonia M.Rosa-Vélez

Algo espiritual
he caminado
y no lo puedo
explicar es tan callado.
Que vino y se sentó
al lado de mi alma,
luego me abrazó,
me contagió su calma.
Y me ayudó
de nuevo a vivificar
mi sangre de una nueva esperanza.

Cordillera Central

por Sonia M.Rosa-Vélez

Cuando vi tu figura
vestida de verdura y esbeltez
sentí una sensación extraña pero pura,
porque a tu lado nuevamente regresé.

Recordé las canciones de madrugadas viejas,
Reviví los recuerdos, las voces del ayer.
Y una brisa trajo ecos de canciones, de quejas,
Que me decían:- “ A las alturas tienes que volver”-

Interminables son las curvas de tu cuerpo,
en el horizonte no se ve tu final.
Recibe la emoción de este mi verso.
Gracias por no olvidarte de tu hija
que vuelve a escribirte emociones
Cordillera Central.

EN BABIA

He vivido en Babia por mucho tiempo. A veces salgo y visito esa ciudad mítica por solo unos minutos. Con eso me basta. Muchas otras me las paso temporadas enteras en Babia, haciendo lo mio, jugando con las musas. Las musas mas bonitas viven en Babia. Allí escribo sin que nadie me apure o que me diga que debo volver a trabajar, comer, bañarme, vestirme o lucir de una manera en particular. En Babia puedo andar en pajamas y pantunflas día y noche, a nadie le importa.
El clima es perfecto, los días pasan callados y lentos. En Babia no existe la maldad ni el dolor. Cuanto deseo pasarme la vida en Babia.