
por Sonia M. Rosa-Vélez
Te miré,
tumbada en los valles de mi mente
existes entre playas y montañas,
cañaverales y riscos
mojados por el rojizo y poderoso Culebrinas.
Mientras las guajanas canosas, vuelan movidas por el viento
del mar Caribe.
Y hueles a azúcar, y sabes a helado de maíz,
y suenas a salsa
a banda acústica,
a música de batuteras
acaloradas que marchan
por tus calles principales,
mientras en medio de ese sueño se esculla el corillo que repite una y otra vez:
-“ Yo soy de Aguada, pa’ que tú lo sepas”-

No hay comentarios.:
Publicar un comentario