por Sonia M.Rosa-Vélez
Una epidemia de sombras,
sobredosis de dolor.
Terremoto que destruye,
que sacude sin parar la tierra,
mi tierra.
Qué antes había sido, tierra fructífera de todos,
terra callada,
terra habitada
por mi y los mios que ahora solo sufren, lloran,
gimen constantemente, ante la magnitud del tsunami
que nos arrasa,
el tsunami que nos ahoga,
el tsunami poderoso y atrevido, que llegó a arroparlo todo
con la fuerza de su nombre y apellido:
CANCER MALDITO.
lunes, mayo 19, 2008
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